Hinchas de U. de Chile atacan bus de Lanús en el estadio

La noche de hoy, dos equipos argentinos se enfrentarán en el partido de ida de la semifinal de la Copa Sudamericana. Sin embargo, la ocasión no será celebrada por los hinchas, ya que la decisión de jugar a puertas cerradas fue tomada tras los incidentes ocurridos entre los chilenos e Independiente a finales de agosto.

Durante la llegada de Lanús al estadio, se vivieron momentos de gran tensión. El ómnibus que transportaba a los jugadores fue apedreado por un grupo de hinchas locales, lo que generó, una vez más, un episodio de violencia que empaña lo que debería ser una fiesta del fútbol.

El ataque dejó varios vidrios rotos, generando preocupación entre los futbolistas y el cuerpo técnico. Afortunadamente, se confirmó que ninguno de los integrantes de la delegación resultó herido, y todos fueron rescatados sin problemas.

Sin embargo, la situación no mejora en el ambiente de la Universidad de Chile, donde a pesar de su buen desempeño en el torneo local, con el equipo en cuarta posición y en semifinales del certamen continental, existe un clima interno complicado. El entrenador, Gustavo Álvarez, enfrenta tensiones con la dirigencia, lo que pone en duda su continuidad.

Por el lado de Lanús, el equipo llega en un excelente momento. Lleva ocho partidos sin perder entre el campeonato local y la Copa Sudamericana, habiendo eliminado a Fluminense en el Maracaná y superado a Godoy Cruz 2-0 en la Liga Profesional.

En paralelo, el Ministerio de Seguridad de la Nación ha tomado medidas preventivas. Se oficializó la prohibición de ingreso a los estadios argentinos para más de 80 hinchas de la Universidad de Chile. Esta decisión busca preservar la seguridad durante los espectáculos deportivos, después de los graves disturbios que se vivieron en Avellaneda en el partido contra Independiente.

Los incidentes en agosto fueron severos: hinchas chilenos protagonizaron enfrentamientos en la tribuna, causando agresiones tanto a otros hinchas como a la policía, además de destrozos en las instalaciones. Esta violencia se extendió fuera del estadio, donde también hubo enfrentamientos con las autoridades y varias detenciones.

Los implicados en estas situaciones de violencia fueron identificados gracias a las cámaras de seguridad y a reportes policiales, lo que llevó a la resolución que ahora prohíbe su acceso a los estadios. Estas medidas son parte de un esfuerzo mayor para mejorar la seguridad en el fútbol argentino.

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